viernes, 23 de octubre de 2009

Rodolfo Gómez, un blogger estudiante de Relaciones Públicas
“Mi abuelo era como un amigo más para mí”
• Joven herediano relata con nostalgia a don “Tuto”.
• Ante la enfermedad de su abuelo lo único que deseaba era verlo descansar.

Tras una carta escrita en su blog, decidimos contactar a Rodolfo Gómez, estudiante de Relaciones Publicas, vecino de Heredia, para que nos cuente porque decidió escribir acerca de su abuelo materno.

Nos recibe con una gran sonrisa llena de anécdotas y recuerdos gratos acerca del grandioso cocinero de mariscos, José Alberto Carballo, más conocido dentro de su familia como “Tuto”, debido a un enfisema pulmonar, falleció hace cinco años, pese a que solamente tenía 64 años de edad.

“Mi relación con mi abue fue excelente, era como un amigo mas para mi” comento Gómez, “yo le confiaba de todo, le contaba todo lo que me pasaba”.

Rodolfo nos conto que decidió escribir acerca de don Jose porque nunca había tenido la oportunidad de escribirle una carta, agradeciéndole por todo lo que le dio y le pareció un buen momento para recordar todos los buenos momentos que pasaron juntos.

Su relación con Tuto era muy cercana, algunas veces lo veía hasta tres veces por semana. Cuando le consultamos cual fue la experiencia que vivieron juntos, que recuerda con mayor cariño y nostalgia, nos confeso con una mirada llena de brillo que sus viajes a la playa eran excelentes, ya que conocía mucho del mar. “Uno no paraba de reírse ni de comer rico, era buenísimo cocinando. Lo mejor eran los mariscos. Los temas más frecuentes en nuestras largas caminatas en la playa eran acerca de futbol, comida, pesca y almejas”, dijo Rodolfo.



También, entre carcajadas dijo que su abuela y su mama eran muy necias, “no lo pueden ver a uno tranquilo porque ya lo están molestando” argumentaba, “Y me acuerdo que mi abuelo le decía a mi abuela “take it easy my friend” (tómelo con calma amiga mía) y ella se enojaba mucho. El era solo frases”.

Al final en su enfermedad él estaba muy mal y a la familia no le gustaba verlo así, estaba sufriendo mucho, pero ahora está mucho mejor donde está.

A pesar de los años que han pasado Rodolfo nos confeso que lo continua recordando con bastante frecuencia, por lo menos dos veces por semana, hasta su semblante nos muestra una sonrisa, ya me imagino la cantidad de recuerdos que pasan por su mente en ese momento.

Lo más rescatable de esta historia, es que aunque el abuelo Tuto con sus historias y frases que unían mucho a la familia, su ausencia no hizo que se desuniera, sino más bien que permanezca como siempre muy unida, sin problemas de dinero ni por la herencia, caso contrario al de muchas familias.

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